
El tiempo pasa tan deprisa que la última vez que escribí en este blog fue hace casi dos años, justo cuando todos estábamos empezando a hacernos amigos de ese recién llegado a nuestras vidas llamado Coronavirus. Igual que si fuera un nuevo hijo, llegó para poner nuestras vidas patas arriba y mover nuestros cimientos. Lo que antes parecía que teníamos bajo control, de repente nos creaba inseguridad y cuando parecía que ya nos estábamos acostumbrando a él, nos empezó a trastocar los planes de futuro en forma de «olas». Si no he escrito durante todo este tiempo no ha sido por falta de ganas, sino porque simplemente me parecía que no tenía nada importarte que contar, pero creo que ha llegado el momento de volver.
Sigue leyendo