El tiempo pasa tan deprisa que la última vez que escribí en este blog fue hace casi dos años, justo cuando todos estábamos empezando a hacernos amigos de ese recién llegado a nuestras vidas llamado Coronavirus. Igual que si fuera un nuevo hijo, llegó para poner nuestras vidas patas arriba y mover nuestros cimientos. Lo que antes parecía que teníamos bajo control, de repente nos creaba inseguridad y cuando parecía que ya nos estábamos acostumbrando a él, nos empezó a trastocar los planes de futuro en forma de «olas». Si no he escrito durante todo este tiempo no ha sido por falta de ganas, sino porque simplemente me parecía que no tenía nada importarte que contar, pero creo que ha llegado el momento de volver.

Cuando empecé a escribir en «La resaca del bebé» lo hice con la intención de hablar de la maternidad con naturalidad, como algo bonito pero cansado y sacrificado. Quería que las mamás primerizas supieran a lo que se iban a enfrentar cuando nacieran sus retoños. Porque no nos engañemos, depende de como sean vuestros primeros resacosos todo puede ser un mundo de unicornios o un autentico infierno. Aunque mi primer contacto con la maternidad se acercó más al color rojo que al del arcoiris, lo cierto es que con el paso del tiempo las noches en vela, la preocupación y sobre todo los miedos fueron pasando a un segundo plano.

Después de estos dos últimos años tan intensos, me he dado cuenta de que mis preocupaciones han cambiado mucho, pero que mis prioridades siguen siendo las mismas; mis resacosos. Cuando nacieron me preocupaba que no durmieran, que no comieran o que se pusieran enfermos… ahora que duermen toda la noche seguida, que prefiero pagar el comedor del cole (porque me sale más rentable que darles de comer en casa) y que por suerte son unos resacosos sanos, lo único que me preocupa es que sean felices.

Por eso he decidido pasar página y enfocar mi blog hacia lo que realmente es mi prioridad en estos momentos: VIVIR EL DÍA A DÍA y disfrutar de mi gente y sobre todo de mi familia a cada instante, para intentar que mis resacosos sean los que mejor duermen, los que mejor comen, los más sanos, pero sobre todo los más felices.

A partir de ahora quiero mostraros ideas para entretener a los más peques, lugares ideales para viajar con niños y sobre todo actividades al aire libre, porque nunca se sabe cuando nos tocará volver a pasar mucho tiempo en casa. Algunos de estos planes los hemos hecho durante los dos últimos años, porque aunque no nos han dejado movernos mucho, hemos aprovechado todo lo que hemos podido para vivir tiempo de calidad en familia.

Espero que queráis acompañarme en esta nueva aventura, pero sobre todo que lo que os cuente os sirva, o por lo menos os de una idea de como podéis disfrutar de muchos planes, aunque solo sea con los de vuestra «burbuja».

¡Feliz vida resacos@s!