
Como ya os contaba en el post anterior de las crisis de crecimiento de los bebés, durante los primeros meses de vida de nuestra hija acudimos a la pediatra en numerosas ocasiones por cosas que para nosotros parecían grandes problemas, pero que para ella eran normales. La última vez que acudí a la pediatra fue después de que mi hija llevara más de una semana con catarro y fiebre. El humificador, el sacamocos y el paracetamol fueron nuestros aliados durante esos días, pero al ver que la niña cada vez estaba peor y que le costaba respirar decidí llevarla para que la viera el especialista. Como siempre todo era normal y me recomendó que siguiera haciendo todo lo que había estado haciendo hasta el momento, por eso cuando salí de la consulta pensé que debería hablar sobre ello en “La resaca del bebé” y que vosotros me contarais cuales han sido las situaciones más desesperantes que habéis tenido que sufrir en una consulta de pediatría. Aquí van las mías:


