Ya hemos superado la temida cuesta de enero y seguro que a estas alturas much@s de vosotr@s habéis empezado ya a flaquear con las metas que os marcasteis a principios del 2019. Yo, como much@s otr@s, todavia no he empezado a cumplir ninguno de los nuevos propósitos, pero hoy no vengo a contaros cuales son las cosas que me he propuesto cumplir en los próximos meses, sino que vengo a hablaros de uno de los retos que me planteé después de ser madre y que con el año nuevo puedo decir que ya he cumplido. Hace seis meses que dí a luz y aunque sabía que mi cuerpo tardaría bastante en volver a ser el de antes del embarazo, me propuse cuidarme un poquito y lo cierto es que al poco de hacerlo empecé a notar los resultados. Hoy os cuento como lo he hecho y os enseño el cambio.

El principio del cambio

Os confieso que soy muuuuyyy golasa y que hasta hace unos meses, los fines de semana me gustaba comer comida poco saludable como donuts, bollos, pizzas, hamburguesas… pero también os digo que entre semana en mi casa se comía verdura, legumbres y pescado. Vamos que me gustaban las guarrindongadas findesemaneras, y luego me entraban los remordimientos y me intentaba cuidar entre semana. Pero en mi segundo embarazo los remordimientos fueron pocos y aunque engordé los mismos kilos que durante el primero, me notaba gran volumen en las caderas y el abdomen. Por eso, decidí que tenía que empezar a cuidarme si quería perder peso después de dar a luz y que los pantalones que tenía en el armario me volvieran a entrar.

Cuidar la alimentación

Sabía que si quería volver a recuperar mi figura y adelgazar tras el parto, tenía que cuidar mi alimentación, pero yo soy un poco rarita para la comida y no me gusta nada cocinar, por eso sabía que necesitaba la ayuda de una profesional para que me orientara un poco. Contacté con Sara Fenaux, que tiene una consulta cerca de donde vivo y tras analizar mi caso me dio unos consejos y sin llegar a ponerme a dieta (porque estaba dando el pecho) me puso unas bases para que aprendiera a llevar una buena alimentación.

En resumen, introduje más fruta y ensaladas a mi dieta, me quité el azúcar y mis amados bollos de chocolate (algún pecado cometo todas las semanas) y en definitiva aprendí a comer más equilibradamente. Aquí os dejo un ejemplo del menú semanal que he seguido para adelgazar tras el parto.

Moverme un poco

Los primeros meses el nene me quitaba bastante tiempo y no podía hacer ejercicio, tan solo algún paseito diario, pero nada más. Poco a poco fui cogiendo las rutinas del resacoso y pude organizarme mejor par intentar moverme algo, pero no os voy a engañar, porque aunque podía sacar algún ratillo para hacer algo de deporte, lo cierto es que no me apetecía nada. Estoy muy perezosa y con el mal tiempo que hemos tenido últimamente ni me dan ganas de salir a la calle a pasear. Pero lo que he hecho hasta el momento me ha servido de mucho. Y lo que he hecho ha sido básicamente caminar unos 5/6 kilómetros diarios. Por las mañanas dejaba a la niña en el cole y me volvía andando a casa (que está bastante lejos y cuesta arriba) y para recogerla también iba andando.

Presoterapia

Después de mi primer embarazo me aconsejaron hacer unas sesiones de presoterapia para mejorar la circulación en las piernas y eliminar líquidos y la verdad que me fue muy bien. Por eso sabía que después de recuperarme de mi segundo post-parto haría alguna sesión para no notarme tan hinchada y de nuevo los resultados fueron geniales. Con solo 10 sesiones noté muchísima mejoría sobre todo en el abdomen y también noté las piernas mucho menos cansadas. Si nunca habéis oído hablar de esta técnica os diré que es totalmente indolora y recomendada para personas con problemas de piernas cansadas, arañitas vasculares, edemas, celulitis y acumulaciones de grasa. Aquí os dejo un enlace a un artículo en el que dan más detalles sobre este tratamiento.

El resultado

Después de que la nutricionista me hiciera un estudio personalizado, los resultados me sorprendieron, tenía todos los parámetros dentro de la normalidad y tan solo tenía que perder un poco de volumen. El plan de objetivos era perder unos 4 kilos en 8 semanas y el resultado quiero que lo veáis con imágenes.

Objetivo superado, ahora voy a ponerme a cumplir con la lista de propósitos de este 2019 que no son muchos pero que espero cumplirlos todos.

Yo tengo claro que si se quiere se puede y si yo he podido dejar mi vicio con el chocolate, vosotr@s también podéis conseguir lo que os propongáis.

¡Hasta la próxima resacos@s!