La navidad ya está aquí, esa fecha que tanto gusta a l@s niñ@s y que l@s mayores por regla general, o aman o odian. Yo confieso que me tengo que poner en el lado de los que disfrutan cada año poniendo el árbol de navidad, escuchando villancicos, viendo las calles iluminadas y que esperan con ansia la Noche y el Día de Reyes para volver a ser niños con los regalos y el roscón.
Entiendo a aquellos a los que reunirse con la familia en estas fechas se les hace muy cuesta arriba cuando hay algún hueco en la mesa, bien porque la distancia no lo permite o porque por desgracia ya no están entre nosotros, pero yo soy de las que disfruta comiendo turrón en Nochebuena y tirando confeti en Nochevieja con los que tiene al lado sin pensar mucho en esos huecos. Llamarme loca, pero prefiero ver las sonrisas de los míos en una noche como la de hoy, celebrando juntos un año más, sin estar tristes por los que ya no están, porque para acordarnos de lo malo ya tenemos el resto del año.
Para mi son fechas para besar, reír y dar las gracias a los que tenemos al lado, pero sobre todo son fechas llenas de ilusión. Una ilusión que empieza el día 22 pensando en que tal vez me haga millonaria (este año tampoco ha podido ser) y termina el día 6 con los regalos en el árbol. Una ilusión que yo he tenido desde pequeña, que he visto siempre en mi familia, cuando todos los años, en el Puente de la Constitución salíamos a por musgo para montar el Belén. Que es cierto que algunos años ha sido mayor que otros por diferentes circunstancias de la vida, pero sobre todo una ilusión que siempre ha estado y estará ahí y que por supuesto quiero transmitir a mi hija. Porque quiero que ella también vea la Nochebuena como una noche familiar, la Nochevieja como una gran fiesta en la que hay millones de abrazos, besos, campanadas y fuegos artificiales y la Noche de Reyes como una noche de nervios y emoción contenida que se traduce al día siguiente en alegría y novedad.
No se vosotr@s, pero yo he esperado 365 días a que llegara la noche de hoy y por suerte este año la voy a poder festejar como a mi me gusta, rodeada de los míos. No quiero soltaros más discursitos navideños ni daros la chapa hablando de lo bonito que es todo lo que envuelve a estas fechas, pero si que quiero terminar este post deseando a tod@s l@s resacos@s que habéis estado conmigo semana tras semana que paséis unas felices fiestas o que por lo menos lo intentéis. Que el año 2018 os traiga todo aquello que os ha faltado en 2017 y sobre todo deciros que nunca perdáis la ilusión. Yo nunca la pierdo y por eso presiento que este 2018, aunque va a venir cargado de grandes cambios en mi vida, va a ser un gran año.
Feliz Navidad
¡Hasta el año que viene resacos@s!
Espero que tengas unas Felices Fiestas y un próspero 2018.
En el 2018 no podre actualizar tan seguido, He vuelto a ser tía de una niña y ahora tendré que cuidar a mis dos sobrinas y estaré menos por aquí.
Saludos y Feliz Año Nuevo.
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Felices fiestas igualmente!!
Seguiremos en contacto aunque sea menos frecuentemente.
Un besazo
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Se acercan las navidades y los innumerables regalos a nuestros familiares y amigos. Este año, si quieres regalar algo especial a tu hijo o sobrinos, ¿por qué no regalarle un coche eléctrico? Estos pequeños cochecitos son perfectos para que se entretengan en el interior de sus casa y en las pistas de alrededor, convirtiéndose en el regalo estrella seguro.
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