¡¡¡¡Holaaaaaa resacos@s!!!! Yaaa, siiii, lo seeeee…. hace mucho que no escribo por aquí, pero si os digo la verdad no he tenido ni tiempo ni ganas. Entre el trabajo, los virus de la enana (que desde que ha empezado el año ha enlazado uno con otro), el cansancio máximo que tengo últimamente y que este 2018 se plantea lleno de cambios que ocupan todos mis pensamientos, lo cierto es que he dejado a «La resaca del bebé» un poquito de lado, pero que nadie se preocupe, que ya he vuelto y prometo contaros más historias y aventuras resacosas.

Más de tres años han pasado ya desde que mi marido y yo nos sacamos esta foto, mirando al horizonte en el Grand Canyon, y pensando en lo que el futuro tendría preparado para nosotros. Entonces ni nos imaginábamos que nuestra vida cambiaría tanto en tan poco tiempo y ahora nos toca enfrentarnos a un año que vendrá cargado de cambios que afrontaremos así, mirando juntos al horizonte y de los cuales os iré informando poco a poco.

Lo primero de todo quiero pediros perdón por esta dejadez y a la vez daros las gracias, porque aunque no he escrito, lo cierto es que las estadísticas me han demostrado que seguís visitando el blog y eso me hace muy feliz.

Lo segundo deciros que este año no voy a actualizar el blog tan a menudo, no porque no quiera, sino porque como os he dicho antes, este año se plantea lleno de cambios en mi vida y seguramente que con ellos no me quede tanto tiempo como me gustaría para escribir. Aún así intentaré visitaros al menos una vez al mes para contaros historias resacosas y por supuesto manteneros informad@s.

Y por último deciros que el blog acaba de cumplir dos años y que prometo organizar pronto un sorteo para agradeceros que esteis ahí semana tras semana.

Resumiendo,  que tengo muchas cosas que contaros en los próximos meses, que espero seguir contando con vosotr@s y que para agradecéroslo prometo prepararos un sorteo molón.

Bueno resacos@s, aunque con un poco de retraso ¡Feliz año! y bienvenid@s de nuevo a nuestras aventuras resacosas.