Cuando estaba embarazada leí mucho sobre los beneficios de la música en los bebés y aunque yo sabía que la clásica o de cuna eran las más adecuadas, lo cierto es que nunca le puse ese tipo de música a la nena cuando estaba dentro de la tripa. Algunos me llamaban loca y se metían conmigo porque yo le ponía a escuchar “pop”, “salsa” “flamenquito” o “reggaeton” y no “la quinta sinfonía de Beethoven” pero ahora se que a mi hija también le gusta la música de bailoteo ¡y no sabéis cuanto! Después de volver de las vacaciones de Semana Santa descubrimos que no solo le encantaban los viajes largos sino también la música. En otro post ya hablaremos de todo aquello que envuelve al maravilloso mundo de los viajes con niños pequeños, pero hoy quiero hablaros de un descubrimiento nuevo; hay canciones que hipnotizan.

En Semana Santa no era la primera vez que viajábamos con la peque, pero como siempre que salimos en coche, teníamos miedo de que la niña no se durmiera y que tuviéramos que parar varias veces. Ese miedo pronto se esfumó porque parece que los viajes largos le gustan y lo cierto es que está la mayor parte del tiempo dormidita y tan solo tenemos que hacer una o dos paradas para darle de comer o cambiarle el pañal.  Aún así, es cierto que en ese viaje, a veces, cuando queríamos parar, no encontrábamos ningún área de servicio y teníamos que intentar distraerla hasta llegar. En este intento por calmar el berrinche lo probábamos todo; el chupete, sus muñecos, el sonajero o los “cinco lobitos”, pero no había manera, hasta que no llegábamos y la cogíamos en brazos no se calmaba. En uno de estos intentos también probamos con música y ese ha ido el mejor descubrimiento que hemos hecho hasta el momento.

En busca de la canción perfecta

Había algunas canciones que si le gustaban y otras que parecían alterarla más. Probamos con la radio, con música infantil y con canciones actuales hasta que, como por arte de magia, empezaron a sonar los acordes de una canción que creo que ya nos acompañará en todos nuestros viajes; los sonidos del tambor de Chayanne parece que le han gustado mucho a nuestra hija y cada vez que empieza a sonar la canción “Madre tierra” queda hipnotizada, se tranquiliza y empieza a escucharla detenidamente. En el momento que la música paraba o sonaba otro tema, nuestro diablillo arrancaba el motor de nuevo y solo conseguíamos pararla volviendo a poner al cantante puertorriqueño. La verdad que al principio nos parecía gracioso ver como se calmaba rápidamente cuando empezaba a sonar «Madre tierra» y como comenzaba a llorar cuando se terminaba, pero después de escucharla unas 15 veces seguidas, ya no nos hacía tanta gracia.

Una canción para toda la vida

Después del viaje pensé que tal vez la canción me sirviera también en casa y ¡claro que me sirvió! Si la niña se pone a llorar y no consigo calmarla de ninguna manera, cojo el móvil y pongo su canción preferida y rápidamente consigo que surja el efecto calmante. En varias ocasiones he conseguido también que se quede dormida tras escuchar “Madre tierra” varias veces seguidas. En los casos más extremos, cuando el berrinche está ya en la cima, la canción no suele funcionar, pero si pillamos la llorera a tiempo Chayanne siempre nos salva. A estas alturas la he escuchado ya unas diez mil veces, me he aprendido la letra de principio a fin y tengo asumido que esta será una canción para toda la vida.

Gracias Chayanne

En mis listas de música el cantante puertorriqueño siempre ha ocupado los primeros puestos y creo que a partir de ahora lo seguirá haciendo de una manera muy especial. Yo siempre he disfrutado con sus canciones y creo que mi hija sigue mis pasos y ya se ha convertido en su nueva fan. Además hemos hecho un CD para el coche que solamente contiene la canción “Madre Tierra”, para no desgastar el botón de REPLAY y porque presiento que se va a convertir en un clásico que nos va a acompañar en todos nuestros viajes. Por todo esto no puedo finalizar este post sin dar las gracias a Chayanne. Su tema nos ha salvado en numerosas ocasiones y creo que de aquí en adelante recurriremos a el muy a menudo.

Y ahora es vuestro turno, ¿Porqué no me contáis vuestras experiencias con la música para amansar a las fieras que tenéis en casa? ¿Vuestros hijos también tienen una canción que les hipnotiza? ¿Cuál es el tema que os acompaña en vuestros viajes?¿Cuántas veces habéis podido escuchar la misma canción en modo REPLAY?