El martes pasado estaba yo buscando una caricatura sobre el día de la mujer y de repente me encontré con ESTO. Son 50 caricaturas sobre maternidad que me encantaron y que me hicieron pensar en todas las cosas que cambian después de ser madre, por eso me pareció buena idea escribir sobre ello. Una de las características más comunes de la maternidad es que desde que nace tu hij@ tu intimidad y tu higiene personal pasan a un segundo plano. Olvídate de las duchas relajantes y poder ir al baño tranquilamente. Olvídate de las sobremesas, las siestas y de ver series sin perderte por el camino. Amigos y amigas se acabó la tranquilidad en vuestros hogares.
Me voy a dar un bañito relajante estresante
La verdad que antes de ser madre yo nunca le había dado importancia a una buena ducha relajante, de esas que te dejan como nueva después de un día demoledor, pero lo cierto es que en estos momentos me doy cuenta de lo valiosas que eran. Creo que mi hija ha nacido pensando en el Medio Ambiente y en que no debemos malgastar agua porque no quiere que esté en la ducha más de dos minutos seguidos. He probado varias técnicas; darle de comer antes de meterme a la ducha, dejarla dormidita en su cuna, ponerla en la hamaca mientras yo me ducho… pero no hay manera. Parece que tiene un sensor y si estamos las dos solas en casa, aunque esté completamente dormida se despierta y empieza a llorar como diciendo: ¡Mamá sal de la ducha y ven aquí conmigo!. No os voy a engañar, es cierto que a veces he conseguido darme duchas de más de dos minutos, pero ya no es como antes. Después de tener un hijo se os encenderá una alarma y cuando estéis en la ducha cortaréis el agua cada poco tiempo porque os parecerá escuchar llorar a vuestro bebé todo el tiempo. Lo mejor si queréis volver a recuperar esas duchas relajantes es que esperéis a que haya alguien más en casa para que se ocupe de vuestros retoños mientras os ducháis.
Sentarse a comer “tranquilamente”
Otra de las cosas que añoras, o por lo menos yo añoro, cuando tienes un bebé en casa, es el poder sentarte a comer tranquilamente y sobre todo las sobremesas. Al principio los niños no tienen horarios fijos y tienes que comer cuando puedas o más bien cuando ellos te dejen. Lo de comer todos los días a una hora fija desaparece, y aunque hay días en los que podréis comer “tranquilamente”, la mayoría de las veces tendréis que comer con vuestros hijos en brazos o “con la teta fuera”. Como con las duchas, yo lo he probado todo con mi hija, pero nada… aunque esté recién comidita o entretenida con los juguetes, nos mira desde la hamaca y si no le hacemos caso empieza a llorar. Y aunque hay días en los que las comidas son medio normales, lo cierto es que lo que si han desaparecido son las sobremesas. No se muy bien porqué pero cuando eres madre te insertan una especie de chip que no te permite dejar a tu hij@ sol@ y estás pensando solamente en recoger la mesa para ir a sentarte junto a tu bebé.
Las siestas
Dejando a un lado el tema de dormir toda la noche del “tirón”, que también es algo que se echa de menos después de ser madre, quiero hablar de las siestas; que después de dar a luz desaparecen como por arte de magia. Bueno, estoy hablando muy de manera general, pero lo cierto es que hay muchos bebés que durante el día duermen y descansan, pero ese no es el caso de mi nena. Si después de las “comidas rápidas” y las “no sobremesas” teníais pensado echar una cabezadita en el sofá, que se os quite de la cabeza. ¿Conocéis la Ley de Murphy, verdad? “si algo puede salir mal, saldrá mal”, pues eso, que si dejas a tu hij@ dormidit@ pensando que su siesta va a ser la más larga de la historia y te tumbas en el sofá, para cuando te has puesto la mantita por encima y has cerrado los ojos, tu retoño se ha despertado. Decirme si os ha pasado alguna vez; decidís no dormir la siesta pensando que vuestro bebé se despertará en breve y tras media hora decidís echaros la siesta y de repente, como por arte de magia, aparece la Ley de Murphy y plof; vuestr@ hij@ se despierta nada más tumbaros en el sofá. Está claro que con un bebé (que duerme poco) en casa, las siestas pasarán a ser historia.
En capítulos anteriores…
Pero si hay una cosa que realmente echaréis de menos después de ser padres es el poder ver una serie sin perderos la mitad del capítulo. Yo recuerdo que antes de ser madre solía ver muchas series, incluso a veces veía varios capítulos seguidos… señores y señoras, eso se acabó. Te pones a ver tu serie preferida y entre lloros y cambios de pañal no te enteras de la mitad del capítulo. Cuando por fin dejas a tu angelito dormidit@ en su cuna y te sientas tranquilamente, te das cuenta de que está a punto de terminar y no te has enterado de nada. Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, y por eso yo he encontrado la forma de ver mis series favoritas “tranquilamente”; su hora de la merienda es mi hora para ponerme al día con las series. Si vuestr@s hij@s todavía están con el pecho o con biberón, podéis aprovechar mientras están comiendo para ver on-line todos aquellos capítulos que os habéis perdido. Tal vez tendréis que dejarlos a medias y reanudarlos en la siguiente toma, pero mientras vuestr@ hij@ esté entretenido comiendo, vosotros podréis disfrutar tranquilamente de vuestras series favoritas.
En conclusión; tener un hijo te hace echar de menos muchas cosas, pero creo que todas ellas son cosas secundarias e insignificantes. Yo no cambiaría todo lo bonito que me está dando mi nena por recuperar lo que hacía antes de manera tranquila, porque prefiero una sonrisa de mi hija antes que una ducha relajante, una tranquila sobremesa, una larga siesta o una buena serie.
¿Y vosotras qué otras cosas echáis de menos?
Me identifico con todo!! Sobretodo la ducha, yo soy de las que me ducho rápido de siempre, pero como dices parece que solo oigas llantos mientras te cae el agua y las siestas lo mismo, cuando parece que te vas a quedar ya dormida el peque ha decidido que él ya tiene bastante…Pero a mi cucu no lo cambio por nada! Saludos!!
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Al final son tonterías, nos quejamos y a veces hasta parece que deseamos que se despierten para estar con ellos jajaj. Un besote
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Toda la razón, mi gordete igual ji ji. Buen sábado.
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Estoy completamente de acuerdo con todo jaja. A veces me apetecería tomarse el café de la mañana más tranquilamente, darme una ducha de más de 5 minutos o sentarme a «no hacer nada»… Pero sin duda, el motivo por el que no lo hago es mucho mejor que todo junto!
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¡Jijiji! Echo de menos depilarme, ¡jajajaja! ¡Quién me lo iba a decir a mí! 🙂
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que verdad! jajajajaa
yo espero a mi marido para ducharme » mas tranquila» aunque cuando lo escucho llorar ya estoy de los nervios y voy corriendo jajajaja
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Yo echo de menos ir a hacer alguna compra rápida al súper en coche (entre que montas y desmontas al niño del coche se te va la vida), salir de fiesta y darlo todo como antes o, simplemente, dedicarte una hora a mimar tu cuerpo con cremas y potingues… Cualquier tiempo pasado siempre nos parecerá mejor, ya llegará el día en que estemos ociosas y entonces añoraremos estas multitareas!!
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Bueno lo de salir de fiesta si que parece algo que hice en otra vida… jjajaja yo no me acuerdo ni de como se baila…
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Eso es como ir en bici!!!
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Bueno…siempre puedes medio acoplar a tu bebé en tus planes, darte un bañito con el, dormir la siesta con el….
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Si!!! La mayoria de las veces es lo intento hacer!!!
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Poder ducharme por una hora, ir al baño a leer un libro y obvio dormir 20 horas de las 24 jajajaja era un gato…
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jajaj coincido en todas menos en la de la siesta, que yo jamás duermo siesta y no me gusta, pero si quisiera, podría perfectamente ya que este ha salido dormilón y no perdona sus 3 horas de siesta después del cole.
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