Las Islas Canarias siempre me han parecido una buena opción para visitar en otra estación que no sea el verano. En esa época prefiero ir a alguna de las costas de la península, que son geniales y tienen el buen tiempo casi asegurado. Cuando no tenía hijos fui a Tenerife en primavera, cuando el resacoso a penas tenía seis meses visitamos Lanzarote con los niños en el mes de febrero y solo nos quedaba el otoño para acercarnos hasta las islas de nuevo. En esta ocasión decidimos pasar una semana en Gran Canaria y hoy os quiero contar que tal la experiencia.

De las tres islas que he visitado esta ha sido la que menos me ha gustado y también lo ha sido la época del año. Cuando fuimos a Lanzarote en febrero, cogimos el buen tiempo con muchas más ganas que cuando visitamos Gran Canaria en el mes de octubre. La verdad, es que nos pareció como un alargue del verano y no como unas vacaciones al buen tiempo para desconectar del frío. A pesar de todo, intentamos disfrutar al máximo de estos días y realizamos algunos planes con los resacosos de los que os quiero hablar, por si tenéis pensado viajar a la isla pronto y os sirven para planificar vuestro viaje.

Playa del Inglés

Nuestro alojamiento estaba en Maspalomas, en la zona que se llama Playa del Inglés. El hotel Lopesan Abora Buenaventura estaba muy bien comunicado, cerca de la playa y de la zona comercial y las instalaciones eran de lo más recomendables para los peques. Había piscinas de varios tamaños y una zona infantil muy buena, con el miniclub, un parque, una piscina de chorros y otra que no cubría mucho y lo mejor; HABÍA BASTANTE CÉSPED. Que si un día no madrugabas y te quedabas sin tumbona, podías plantar la toalla en la hierba sin ningún problema. Al lado del restaurante estaba la zona de juegos recreativos y el lugar en el que hacían los espectáculos era muy grande y no había problemas de espacio. Había también una especie de locales self-service en el interior y chiringuitos en el exterior, en los que podías coger comida y bebida cuando querías y dentro del hotel había una pequeña tienda. Por poner una pega, diría que es un hotel más destinado a turistas extranjeros, ya que los horarios y los espectáculos estaban centrados en ellos.

Cerca del hotel, en la Avenida de Italia, se puede coger un mini-tren turístico, que da una vuelta de unos 45 minutos por Maspalomas. En el hotel nos aconsejaron que cogiéramos el de última hora de la tarde, porque una de las paradas que hace, es en un mirador con unas vistas panorámicas muy bonitas, que si coinciden con la puesta de sol, las hace más especiales. Nosotros fuimos un poco antes para coger sitio, porque nos dijeron que los trenes de esas horas solían estar llenos. Los resacosos se lo pasaron muy bien y la puesta de sol empezó justo cuando estábamos en el mirador.

Las dunas de Maspalomas

Uno de los días que hacía peor tiempo aprovechamos para visitar el faro y las dunas de Maspalomas. En este viaje no decidimos coger coche de alquiler para todos los días, porque nuestra intención era más descansar que visitar la isla, por eso, para movernos por allí utilizábamos los taxis. Teníamos opción de movernos en autobús, pero en el hotel nos recomendaron que para los 4 era mejor coger un taxi, por precio y por tiempo. Este nos dejó justo en el paseo de las Meloneras, en una zona de restaurantes y tiendas y allí empezamos nuestra vuelta con un helado en la mano. Visitamos el faro y seguimos caminando por la playa hasta llegar a la zona de las dunas.

De nuestro viaje a Gran Canaria esta es la visita que recuerdo con mayor cariño. Fue un momento muy especial, porque los resacosos gozaron un montón en las dunas, mientras nosotros disfrutábamos de una puesta de sol preciosa y de verles a ellos rebozarse en la arena.

Mogan

La única escapada que hicimos fuera de Maspalomas fue al pequeño pueblo costero de Mogán. Alquilamos un coche durante un día para ir al parque de Angry Birds (Puerto Rico) y después acercarnos hasta allí. Nos dijeron que era un pueblo con encanto y enseguida comprobamos que era verdad. Nada más aparcar ya nos atrapó su magia. Sus calles con casas blancas y balcones adornados con flores te hacen sentir en un lugar especial. Caminar por el puerto también es una opción muy buena. En el paseo marítimo y en algunas calles paralelas hay varias tiendas, restaurantes y bares donde parar a tomar algo mientras contempláis las vistas.

Si tenéis oportunidad visitar también el Molino Quemado. Está muy cerca de Mogán, en medio de la carretera GC-200 y es un curioso molino de viento harinero que está rodeado de objetos cotidianos pero a gran escala. El molino está restaurado y se puede visitar por dentro, por lo que es un lugar de parada obligada si viajáis con niños por esa zona.

Parque Angry Birds

El día que alquilamos el coche aprovechamos también para acercarnos al pueblo de Puerto Rico donde llevamos a los resacosos a que disfrutaran del Activity Park Angry Birds. Colchonetas, rocódromo, tirolina, circuito de coches, zona de agua, minigolf, cine 10D, bar y algunas cosas más para que los peques pasen un día de juegos estupendo.

Lugares para visitar que nosotros no visitamos

Como los resacosos aún eran pequeños, preferimos no hacer muchas excursiones para no terminar todos demasiado cansados y saturados, pero había tours que te proponían visitar el norte de Gran Canaria en un día, algo que descartamos, pero que igual os puede interesar. Agaete, Gáldar, Arucas, Firgas o la propia capital, Las Palmas de Gran Canaria fueron algunos de los lugares que nos quedamos con ganas de ver y que nos recomendaron. Esto y la reserva natural de los Tilos de Moya, estaban en nuestra lista de posibles visitas, pero preferimos quedarnos por el sur de la isla y descansar. Si por el contrario vosotros sois de parar poco por el hotel, aquí os dejo un post que estuvimos mirando antes de ir y del que cogimos algunas ideas. Gran Canaria con niños: itinerario 7 días, del blog «Arrorró mi viaje: viajar con niños es posible».

Además hay otras actividades para hacer con niños en Maspalomas, como por ejemplo ir a Aqualand, dar una vuelta en camello en el Camel Safari Park, un paseo en catamarán para avistar delfines, visitar el zoológico Palmitos Park, el acuario Poema del Mar o el parque de atracciones Holiday World. Nosotros no fuimos a ninguna porque preferimos disfrutar del hotel y descansar, pero si sois de hacer muchos planes, podéis anotaros todos ellos porque tienen muy buena pinta.

Aunque Gran Canaria no es una de las islas que más me gusta para visitar con niños, lo cierto es que nuestro plan de desconexión y disfrute con los resacosos fue todo un éxito y si volvemos, tenemos aún la mitad de la isla por visitar.

Si os animáis a ir allí de vacaciones y hacéis alguna de las cosas que os he propuesto, dejarme un comentario contándome que tal os ha ido.

¡Buen viaje resacos@s!