
El verano está llegando a su fin pero yo tengo la esperanza de que aún queden fines de semana de buen tiempo que nos permitan hacer un viajecito como el que hicimos hace algunos meses. El noroeste de Huesca es un lugar perfecto para visitar antes de que empiecen a caer las primeras nieves del otoño, por eso, hoy os traigo una escapada ideal para hacer con niños y visitar los Mallos de Riglos, el Castillo de Loarre, Santa Eulalia de Gallego, Ayerbe y Huesca.
Vivimos a menos de dos horas de Huesca, pero todavía no habíamos encontrado el momento de visitar la ciudad. Este año aprovechamos unos días libres para ir allí y de paso acercarnos a la zona noroeste para ver unas impresionantes formaciones geológicas denominadas mallos y visitar el famoso Castillo de Loarre.
Huesca con niños en un día

La verdad es que Huesca es una ciudad pequeña, y si vas con niños se puede visitar tranquilamente en un día sin que a penas se cansen. Mi recomendación es dar un paseo con ellos para ver algunos monumento como la Iglesia de San Pedro el Viejo, la Catedral, la Plaza Mayor, el Casino y terminar en el Parque Miguel Servet.
En este último sitio los resacosos se lo pasaron en grande. Aparte de ser una zona verde donde puedes resguardarte del calor si viajas en verano, los peques podrán estar entretenidos en la parte de los columpios. Además, si os apetece tomar algo, allí mismo encontraréis algún bar.
Pero lo que más nos gustó de todo el parque fue la casita de Balancanieves, que se encuentra al lado de un estanque. Es una réplica de la casa del famoso cuento que hace las funciones de biblioteca y ludoteca. Cuando nosotros fuimos era festivo y estaba cerrada, pero leímos muchas opiniones que aseguraban que es un lugar con mucho encanto, dónde los peques pueden jugar y disfrutar de la lectura. Aunque no pudimos entrar, a ellos les hizo mucha ilusión poder ver la casita del cuento.
Ayerbe

Después de visitar Huesca nos fuimos a pasar unos días al noroeste de la provincia.
Nuestra primera intención era quedarnos en la localidad de Ayerbe, pero un problema con el alojamiento dónde nos íbamos a quedar, nos obligó a cambiar de hotel a última hora. Aún así, ya habíamos visto que era como el centro neurálgico de la zona y por eso decidimos hacer una visita de un día. Si coincide que vais por allí en verano, os recomiendo las piscinas municipales. Tienen unas instalaciones bastante buenas, con dos piscinas (una para niños y otra olímpica) y un bar en la entrada.
Santa Eulalia de Gállego. Mirador de San Pedro
Como os decía antes, un imprevisto de última hora nos hizo buscar alojamiento en otro lugar y nos costó mucho encontrar algo decente y económico por la zona, porque estaba todo prácticamente ocupado. Pero al final encontramos uno en un pequeño pueblo cerca de Ayerbe, Santa Eulalia de Gállego, un lugar alternativo que quiero recomendar, porque la localidad tiene mucho encanto, pero el alojamiento en el que nos quedamos también fue estupendo. Si buscáis limpieza, comodidad, y modernidad, este alojamiento no es para vosotros, pero si queréis quedaros en un apartamento con encanto, que mantiene todas las características de una vieja casa de pueblo, entonces mirar los Apartamentos Casa Sámper, porque por calidad-precio por la zona os puede encajar.



En la parte más alta de Santa Eulalia de Gállego hay un mirador desde el que se puede ver la formación geológica de los mallos. Nosotros fuimos a primera hora de la mañana y las vistas no eran muy impresionantes, pero en el pueblo nos dijeron que las mejores vistas desde allí son al atardecer. Después dimos una vuelta por sus calles, por las que parece que el tiempo ha quedado detenido, y finalmente terminamos tomando algo en el bar de la plaza.
Riglos
A 22km de Santa Eulalia se encuentra Riglos, una de las localidades que se ven desde el mirador de San Pedro. Un pueblo que es de visita obligada y que se encuentra situado justo a las faldas de las grandes rocas rojiza. Si desde lejos ya impresiona mucho esta formación, más aún desde cerca, viendo como el pueblo está prácticamente incrustado en ella.

Desde uno de los aparcamientos del pueblo sale una ruta circular que se puede hacer perfectamente con niños. Son poco más de 5km que transcurren entre estas formaciones del terreno y con algunos miradores con vistas espectaculares.
Al igual que en Ayerbe, en Riglos hay piscinas municipales, por si viajáis en verano y decidís pasar la mañana haciendo la ruta y la tarde a remojo.
Un consejo: Si solo queréis ver los mallos y dar un paseo por el pueblo, ir a última hora de la tarde. Los aparcamientos que hay en la localidad son de pago, pero a partir de las 20:00 son gratuitos y ver los mallos con la luz del atardecer es una experiencia muy bonita.
Castillo de Loarre
Para terminar este resumen de la escapada que hicimos al noroeste de Huesca con los niños, voy a dejaros un plan top top si viajáis por esa zona con peques. La visita al Castillo de Loarre les encantará si son unos apasionados de las historias que esconden estas fortalezas, como lo son mis resacosos.
Tanto en la web como en las taquillas del Castillo se pueden reservar vistas guiadas, pero también se puede visitar de manera libre. Lo que si quiero recomendaros es que elijáis la opción de «Mapa del tesoro». Esta actividad cuesta 3€ y está enfocada a niños y niñas de 4 a 9 años. En la taquilla entregarán a los peques un mapa y un lapicero. A lo largo de todo el recorrido tendrán que ir adivinando acertijos y respondiendo preguntas hasta descubrir la palabra que está oculta. Si la descubren, a la salida les darán una moneda de bronce. Esta actividad es muy entretenida y si además elegís la opción de visita guiada, os ayudará a mantener a los peques ocupados durante las explicaciones. La prueba con la que más disfrutaron los resacosos fue en la que les pedían que dibujaran los símbolos de cantería que vieran en las rocas del castillo.





Bueno resacos@s, espero que estas recomendaciones os sirvan para pasar unos días entretenidos en el noroeste de Huesca con niños y que si sabéis de otros planes por la zona, me los contéis para ir planeando la próxima escapada.