Tenía pensado publicar este post la próxima semana, porque aún me quedan 20 días para salir de cuentas, pero ayer empecé a notar alguna contracción fuerte (que ya se ha pasado), me acojoné bastante y pensé que si me ponía de parto se quedaría en el tintero. Por eso, y como aún no se si la cosa se adelantará o se retrasará más de lo esperado (que es lo que me temo), voy a publicar ya este texto de despedida para contaros cositas sobre el último mes de embarazo, deciros como he preparado la llegada de nuestro hijo y también despedirme de vosotr@s hasta nueva orden. Porque dicen que la experiencia es un grado y como ya no voy a ser primeriza se de buena mano que el primer mes va a ser un poco locura y que no voy a tener ni tiempo ni ganas de escribir en el blog. Os prometo manteneros informados de todos los avances en las redes sociales y que por supuesto seréis los primeros en saber de la llegada al mundo de nuestro resacoso.

Ultimo mes de embarazo

El último mes de embarazo suele ser el más complicado de los 9, ya que entre otras cosas el tamaño de nuestra barriga nos limita bastante. Si con Aitana estuve genial hasta el último día, no puedo decir lo mismo en esta ocasión. Llevo ya algún tiempo durmiendo con dificultad, tengo las piernas bastante hinchadas y me cuesta mucho moverme. Tal vez sea por el calor o porque en este embarazo he engordado un poco más, pero lo que si está claro es que en éste último tramo lo voy a pasar un poco mal. Aún así, la recta final es la del si pero no, la de tengo ganas, pero no me creo que haya pasado tan rápido y yo por eso voy a seguir algunos de los consejos que he leído en el mundo 2.0 para este último mes de embarazo, como por ejemplo relajarme y acariciar mi panza todos los días, porque se que dentro de poco esa sensación de que llevas una vida dentro ya no estará ahí y la echaré de menos (solo la sensación, porque la tripa se que se va a quedar conmigo durante mucho tiempo).

Últimos preparativos

Ante la llegada de un bebé es importante tener todo preparado cuando entramos en el último mes de embarazo, porque nunca sabemos con exactitud cuando será el día en el que nos pongamos de parto. Por eso os voy a mostrar lo que hasta el momento tengo preparado y cómo lo he hecho.

Habitación: La habitación azul de la casa en la que vivimos ahora nos ha venido al pelo para llamarla la «habitación de Yago». Si os soy sincera no he comprado muchas cosas porque la mayoría son heredadas de su hermana, lo único que puedo destacar es que he puesto una funda blanca al cambiador (que era morado y no pegaba mucho). Por lo demás vamos a utilizar la misma cuna (con otras fundas), el mismo contenedor de pañales y también el mismo carro que utilizamos con Aitana.

Ropita: Aquí lo he tenido un poco más complicado, porque la ropa que tenía guardada eran en su mayoría vestiditos, y como ya os conté una vez, yo soy más de vestir a los niños de azul y las niñas de rosa y que luego ell@s, cuando sean mayores, decidan como quieren ser y vestir. Aún así he aprovechado todos los bodys y pijamas y también hemos salvado alguna camiseta y pantaloncito. Lo que ya tenemos preparado es la ropita que le queremos poner para la salida del hospital y que nos ha regalado la tía Laura.

Bolsa para el hospital: Llamarme loca pero siiiiiii, ya la tengo preparada. No se porqué os sorprendéis si ya sabéis que a mi me gusta preparar todo con tiempo. La verdad es que he metido lo mismo que me llevé al hospital para dar a luz por primera vez, pero ahora he metido algunos imprescindibles que en aquella ocasión me faltaron: el primero la crema de los pezones, porque el recuerdo que tengo de mis tetis durante los primeros días la verdad que no fueron muy buenos. La crema PureLan fue mí salvación y por eso es lo primero que he metido en el bolso. Además también tengo muy malos recuerdos de los camisones que llevé al hospital y por eso esta vez he optado por comprarme unos más cómodos con botones que me permitan dar el pecho más fácilmente. El resto de la bolsa está lleno de ropa para el bebé y para mí  (bragas, muchas bragas y bragas desechables incluidas), toallas, neceser (para la ducha reconfortante de después), pañales, …..

Cosas para la hermana mayor: En este último mes no solo hemos preparado las cosas para el futuro bebé, sino que nuestra ratilla también va a estrenar algo para la llegada de su hermanito. Algo que a nosotros nos parecía un imprescindible, un patinete para que pueda ir sentada junto al carro de su hermanito. Después de dar muchas vueltas nos hemos decidido por el modelo Easy X Rider porque nos ha parecido el más cómodo del mercado, ya que al patinete se le puede acoplar un asiento con arneses incluidos.

Qué tengo claro

A demás de preparar todas las cositas para la llegada de resacoso, también me ha dado por pensara en lo que quiero hacer una vez esté con nosotros y por eso he hecho una lista de cosas que tengo claras:

Que voy a dar el pecho; porque cundo alimentas a tu bebé por primera vez es una sensación indescriptible y porque sé que es lo mejor para el. Eso si, esta vez no me va a faltar la crema de pezones, el sujetador y las camisetas de lactancia y sobre todo un rincón especial con un sillón cómodo para poder pasar las noches en vela amamantando al pequeñín.

Que voy a portear; porque con una niña a la que atender las 24 horas del día y un recién nacido, no voy a tener brazos para todo, y porque la experiencia me dice que el porteo es una de las mejores maneras de mantener calmado al bebé en muchas ocasiones.

Que voy a practicar el colecho; Claro que si wapi, eso ni lo pongas en duda. Con Aitana me empeñé en que durmiera en su cuna como niña modelo y como no lo conseguía me frustraba y me desesperaba, ademas de tener que pasar las noches en vela, por eso he decidido que nuestro bebé dormirá con nosotros desde el primer día y por si alguna noche entra en nuestra cama alguna intrusa inesperada, ya tengo preparada la cuna-colecho casera para casos de emergencia.

Que voy a tener más paciencia de la que haya tenido nunca; porque si con un bebé se necesita, con uno recién nacido y una terremoto en plena etapa de las rabietas de los dos años ni te cuento.

Lo dicho, con todo ya preparado y deseando que la espera no se me haga eterna, me despido hasta que la resaca que está por llegar me deje fuerzas y tiempo para vosotr@s. Eso si, yo os prometo manteneros informd@s y mientras tanto relajarme en modo piscineo y disfrutar de esta cuenta atrás.

¡¡¡Pasar buen verano resacos@s!!!