Ese maravilloso mundo del cambio de pañal

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La semana pasada celebramos el primer cumple de nuestra nena y haciendo balance de los últimos 12 meses recordamos algunos de los momentos más embarazosos que vivimos en sus primeros días de vida como padres inexpertos. Antes de que naciera Aitana pocos pañales había cambiado en mi vida y yo creo que por eso me tocó vivir tantas situaciones graciosas cuando tenía que hacerlo. Hoy os voy a hablar de eso; del maravilloso mundo del cambio de pañal.

Lo primero que tenéis que saber antes de poneros a cambiar los pañales de vuestros hijos es que a ellos les gusta hacer aguas mayores y menores “con el culo al aire”. Por eso casi siempre, al cambiarle el pañal ocurrirán dos cosas; o que se hacen caca encima, o se lo hacen en el pañal recién cambiado.

Cambios de pañal nocturnos

Las situaciones más cómicas de las que he disfrutado en esta aventura de madre primeriza han sido las relacionadas con el cambio de pañal de la enana. La primera de todas llegó a los pocos días de nacer, por recomendaciones de algunos “sabelotodo del mundo de la maternidad”, solíamos cambiarle el pañal varias veces por la noche (si, lo se, error de madre primeriza) y en ocasiones, el cansancio y la pereza nos llevaba a hacerlo encima de la cama. Al principio tomábamos precauciones; una toallita para que no manche, un cambiador portátil… pero poco a poco nos fuimos confiando y nos lanzamos a la aventura del cambio de pañal nocturno sin protección y un buen día nos llevamos una sorpresita; cual misil proyectado, nuestra peque nos dejó un regalito en la cama que nos obligo a tener que cambiar las sabanas  a las 5 de la mañana y limpiar el colchón con agua y jabón porque el misil había calado profundamente. Después de eso aprendimos de la experiencia y volvimos a cubrir la cama antes del cambio de pañal nocturno y también a partir de ese día los cambios empezaron a ser menos frecuentes por las noches.

Con el culo al aire

Por recomendación de la pediatra solíamos dejar a la enana con el culo al aire de vez en cuando, para que no estuviera siempre con pañal y daba la casualidad de que cuando lo hacíamos siempre le entraban ganas de hacer sus necesidades. Hoy en día también solemos dejarla sin pañal y a estas alturas ya soy una experta en recogida de residuos bebiles al aire libre en lugares como el suelo de la cocina, la trona e incluso la bañera. Y si, no os lo voy a negar, me muero de asquete cuando tengo que hacerlo, pero como a el papi le da más asco que a mí, pues siempre me toca hacer el trabajo sucio y nunca mejor dicho.

Desbordamiento

¡Atención padres primerizos!, esta va a ser una de las situaciones más comunes a la que os vais a tener que enfrentar cuando tengáis a vuestro recién nacido en casa. Cómo ya os he contado en alguna ocasión, mi nena se pasaba días y días sin hacer caca, pero cuando lo hacía os podéis imaginar cual era el percal. En numerosas ocasiones nos tocó enfrentarnos a un desbordamiento en toda regla, con traspaso al body, a el pantalón e incluso llegaba a el saco de la silla. ¿Habéis oído alguna vez la frase “estar de mierda hasta el cuello”?, pues bien, yo le encontré sentido después de ver varios de los desbordamientos que tenía mi hija, que en muchos de ellos (y os prometo que no exagero), se ensuciaba hasta alturas insospechadas.

Con el pañal limpito se caga mas agustito

Y todo un clásico dentro de este maravilloso mundo del cambio de pañal es el de “hija que te acabo de cambiar”. Alargas el cambio de pañal, esperando a que lo ensucie y cuando piensas que ya lleva mucho tiempo con el mismo y se lo cambias porque estás segur@ de que ya no lo va a manchar ¡zasca!, la ratilla prefiere hacer caca en su pañal limpito. Otro clásico es esperar un rato para que haga pis antes de cambiarla y cuando después de un largo rato decides quitarle el sucio para ponerle uno nuevo suceden dos cosas; o se hace pis encima del cambiador, o se lo hace en el pañal nuevo. Pero amigos no os preocupéis porque yo he encontrado una técnica que os va a encantar; el Pit stop. Como si de un fórmula uno se tratara hay que quitar el pañal sucio y poner el limpio en milésimas de segundo, para no dejar opción a escapes en momentos inesperados. Aunque al principio puede costaros y lo haréis de manera muy lenta, os aseguro que con la práctica os convertiréis en todos unos expertos en el cambio rápido de pañal.

Espero que el post de hoy no os haya dado mucho asquete, pero seguro que más de una de las cosas que os he contado os suena ¿verdad?

14 comentarios en “Ese maravilloso mundo del cambio de pañal

  1. Jajjajajjaja… desbordamiento… nuestro cochecito ha llegado a gotear mierda por la calle en un episodio de gastroenteritis…. para flipar…. Sólo he encontrado a faltar, en el cambio de pañal nocturno, la versión Pro, que si no has alcanzado aún alcanzarás, y es la del cambio de pañal a oscuras, directamente con el bebé en la cuna boca abajo. ¡¡O eso o desbordamiento de pipí!! jajjaja

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  2. Ay madre… Yo los primeros dos meses me despertaba cada 3 horas para cambiar pañal (con agua y esponja) y darle de mamar!! Al final dormía dos horas y una despierta.
    Una enseñanza muy importante de la vida es la importancia de las fundas protegecolchones, tanto en la cuna como en nuestra cama… Porque aún con cambiador los proyectiles de caca pueden alcanzar distancias de varios metros (no es coña).

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