La importancia de las rutinas para que los bebés duerman mejor

Rutinas

Como ya os contaba en el post anterior “Malabares imposibles para no despertar a la fiera” nuestra hija nunca ha sido de dormir bien y hemos intentado varias cosas para que no se despertara constantemente por las noches. Lo de dormir poco durante el día no nos importaba tanto, pero lo de pasar las primeras noches en vela hacía que “la resaca del bebé” fuera una constante todas las mañanas.

Después de leer varios libros, varios foros, varios blogs, varios artículos y probar métodos como el colecho, el hacerle dormir en la minicuna o pasarle a su habitación para ver si conseguíamos dormir todos mejor, lo cierto es que lo que nos ha funcionado hasta el momento es hacerle todos los días la misma rutina antes de acostarla.

Al principio echaba la culpa de mis noches en vela a los gases que despertaban a la enana cada dos por tres y a la leche materna que hacía que se quedara con hambre, pero lo cierto es que la culpa la tenía yo. Está claro que al principio los bebés no saben diferenciar entre el día y la noche, pero tengo que reconocer que yo tampoco supe muy bien como hacerle saber a mi hija que había llegado la hora de dormir. La última toma antes de acostarla siempre la hacíamos en el salón, con la tele puesta de fondo y si no conseguía que se quedara dormida en mi pecho, intentaba dormirle en brazos. Como veía que mi hija cada vez pesaba más y lo de dormirle en brazos se estaba convirtiendo en un ejercicio muy intenso, pensé que tal vez había llegado la hora de intentar que aprendiera a dormirse ella sola.

Leí mucho sobre el sueño del bebé y en todos los sitios coincidían en decir que lo mejor es establecer una rutina igual todos días para que los niños asocien esa rutina a la hora de dormir y lo cierto es que en nuestro caso es lo que mejor nos funcionó.

Porqué decidimos empezar la rutina

En el post anterior ya os conté como al principio tuvimos que dormir con ella en la cama, incluso encima de nosotros, pero a los tres meses la pasamos a su habitación y ahí ya empezados a dormir todos mejor. Aunque todavía nos costaba dejarla en la cuna sin que llorara, lo cierto es que si estaba bien dormida podíamos soltarla sin miedo a que aparecieran los temidos pinchos,  pero eso de dejarla y que ella sola se quedara dormida nos parecía una leyenda urbana hasta que empezamos con la rutina.

Todo empezó sobre los cinco meses, en una de esas famosas crisis que suelen tener los recién nacidos y de las que ya os hablaré en otra ocasión. Llevábamos dos semanas muy duras, con la niña intranquila, llorando mucho durante el día y despertándose cada hora a las noches. La única manera de calmarla era poniéndola al pecho y llegamos a pensar de todo; desde que podían ser los dientes, gases, que se quedaba con hambre hasta que podía tener insomnio. En esos despertares nocturnos consultaba Internet en busca de alguna solución que me sirviera y después de hablar con mi pediatra decidimos que los mejor sería empezar con una misma rutina todos los días. En todos los sitios ponía que al principio nos costaría y que debíamos de ser constantes y tener paciencia, pero para nuestra sorpresa al segundo día nuestra hija empezó a dormir mucho mejor.

Nuestra rutina

Todas las noches la niña está con nosotros mientras cenamos y siempre a la misma hora le preparamos un biberón y nos vamos con ella a su habitación. Encendemos su móvil de sonidos y luces y le damos el bibe. Cuando termina la acostamos en su cuna y le leemos un pequeño cuento. Si la niña está muy despierta también le cantamos una canción. Le damos un beso de buenas noches y dejamos que poco a poco vaya cogiendo el sueño, eso si, siempre la dejamos acompañada de su muñeco preferido. Los primeros días la niña lloraba bastante y nosotros estábamos a su lado hasta que se quedaba dormida, pero por suerte eso solo ocurrió un par de veces y ahora cuando la dejamos sola en la cuna termina por dormirse ella sola. Eso que me parecía imposible los primeros meses, lo hemos conseguido gracias a la rutina y ahora vemos como ella ha empezado a dormir mejor por las noches y nosotros a descansar más. Durante el día también hemos intentado inculcarle una rutina para dormir la siesta y nos funciona igual de bien. Si antes echarnos un poquito después de comer era imposible, ahora hemos conseguido que las siestas superen la hora. Acostarnos junto a ella con música de fondo hace que se quede profundamente dormida, aunque en ocasiones tenemos que recurrir a nuestra “canción salvadora” para conseguir que concilie el sueño.

Ahora que mi hija tiene más de medio año yo os cuento mi experiencia y os doy mi consejo que espero os sirva; empezar con las rutinas lo antes posible. Si yo lo hubiera sabido lo hubiera hecho mucho antes y seguramente que me hubiera ahorrado muchas noches en vela y muchas mañanas de resaca.

Consejos

9 comentarios en “La importancia de las rutinas para que los bebés duerman mejor

  1. Y si tiene 10 meses y se dedica a escalar por la cuna? Yo he probado de todo y no hay manera… cada día le preparo su bibe, le pongo el pijama y Bebé Alternativo creo que se prepara para irse a una fiesta!!! Lo mío es un desastre, cada noche es diferente!!!
    Y… la tuya duerme toda la noche???

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    • Bufff ahi si que no te puedo ayudar!! Igual en unos meses te digo que me pasa lo mismo que a ti, pero por ahora la rutina nos ha funcionado super bien y eso que mi hija dormía fatal… Ahora todavía se sigue despertando varias veces por la noche, pero las primeras 4 horitas las duerme de seguido. Si das con la fórmula para que Alternativo duerma mejor cuéntanos porque igual en unos meses la necesito, jajaja. Un besete y animo!!!

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